Muere el Card. Kim Su Hwan, primer cardenal coreano

Card. Esteban Kim Su Hwan 1922-2009

El pasado 16 de febrero falleció en la ciudad de Seúl el Card. Kim Su Hwan a la edad de 86 años.
El Card. Estephano (Esteban) Kim fue el primer cardenal del este asiatico y el primero coreano, fue ordenado en 1969 a la edad de 47 años por lo que vino a ser el cardenal más joven del colegio cardenalicio en ese tiempo.

El Card. Kim nació de una devota familia católica en la ciudad de Taegu en 1922 y quedó huerfano cuando aún atendía la primaria, decidió entrar al seminario y después de estudiar filosofía en una universidad japonesa regresó a Corea después de la independencia de este país en 1945 para continuar sus estudios en la Universidad Católica de Seúl. Fue ordenado sacerdote a la edad de 21 años. Su primer trabajo fue en una parroquia en la ciudad de Andong después fue secretario en la Arquidiócesis de Taegu para posteriormente partir a Alemania a estudiar en la Universidad de Munster en 1960.

El Card. Kim fue considerado en Corea como un gran pastor, no solo dentro de la Iglesia católica coreana sino de toda la nación por lo que fue reconocido como un gran lider espiritual.
Durante su gestión se vivieron tiempos difíciles para el país en cuestión política por la dictadura miliar que en los 70 impulsó al mismo tiempo un crecimiento económico muy grande pero que inspiró la lucha por la democratización del país en la que, entre otros actores, se encontraba el Card. Kim quien fue un comprometido en la lucha por los derechos humanos.

El Cardenal Kim siempre apreció y apoyó con mucho cariño a los Misioneros de Guadalupe que llegarón a trabajar en la Arquidiócesis de Seúl desde el primero de agosto de 1964, en tiempos del Arzobispo Pablo Noh.

Durante su gestión recibió en la Arquidiócesis de Seúl la visita del Papa Juan Pablo II en dos ocasiones, la primera en 1984 para la cononización de los 101 mártires coreanos y la segunda para la celebración del Congreso Eucarístico Internacional en 1989, el crecimiento de la Iglesia católica fue admirable.

Elevemos nuestras oraciones por su eterno descanso, su recuerdo será siempre grato en la memoria de la Iglesia y la nación coreana.